Ya sea como actividad para entretener a los niños o como propuesta tranquila para conocer la naturaleza de Cerdeña, el viaje en el Tren turístico del Trenino Verde bien merece un día de ocio familiar. Para empezar es la línea turística más larga de Italia, con 159 km que van desde la estación de Mandas hasta la de Arbatax, ya en la costa sarda.
El nombre no es casualidad, la línea ferroviaria del Trenino Verde atraviesa los bosques del Gennargentu, la montaña más importante de la isla, aún densamente poblada por bosques que resistieron la explotación maderera y deforestación que sufrió Cerdeña en la segunda mitad del siglo XIX.
Saliendo de Mandas la vía se divide en dos ramales. el primero se dirige hacia Isili, y el segundo gira al este hacia Orroli. En esta primera parte del viaje se disfruta de un paisaje panorámico de colinas, con el tren girando y bordeando las montañas sin que tengamos un punto de referencia que nos permita adivinar hacia donde nos dirigimos. De repente ya estamos en Orroli, primera parada con la idea de acercarnos a conocer los Nuraghe de Arrubiu, y de Nurri, que precede al Lago del Flumendosa.
De nuevo en el tren nos vamos sumergiendo en el valle de Garullo, y accedemos a la aislada estación de Villanovatulo. A partir de aquí el panorama cambia repentinamente con la aparición del Lago del Flumendosa, sobre el que cruzamos con el tren por encima de un largo puente. Decimos adiós a la comarca del Sarcidano para entrar en la Barbagia di Seulo, con una gran subida que nos brinda una foto espléndida del lago.
En lo alto y enrocada entre dos galerías está la casa cantoniera di Palarana, un antiguo edificio que servía de alojamiento para los encargados de la conservación del tramo ferroviario. Esta en cuestión se conoce como la del «castigo» ya que por su aislamiento era el destino de los empleados menos obedientes.
Después de pasar por la estación de Betilli frente al imponente Monte Santa Vittoria en el territorio de Esterzili el tren avanza ascendiendo hacia el pueblo de Seui. Antes pasamos por la curiosa mina de antracita de San Sebastiano. Seui es uno de los puntos importantes del recorrido del Trenino Verde, situada a más de 800 metros de altura y cuyo tramo de línea fue el más complicado. Gracias a la realización de túneles, largas galerías y robustos puentes metálicos. El más impresionante es el del Rio San Gerolamo, con 50 metros de estructura que discurren a 40 metros de altura. En Seui se puede visitar la Cárcel Española, Casa Farci o el Museo Civico, además de pasear por sus callejuelas donde en el Puente de noviembre de Todos los Santos se celebra la Fiesta de Su Progadoriu, que es un compendio de tradiciones sardas, desfile de trajes regionales y por supuesto de degustación de los productos de la gastronomía sarda como los “culurgionis” (pasta rellena de hierbabuena), o las carnes de jabalí y oveja.
Dejamos atrás Seui y entramos en la región de Ogliastra, pura naturaleza agreste de Cerdeña, y tan diferente a la costa que cuesta imaginar que Cerdeña tenga tantas realidades. Pasamos por Ussassai, Gairo y por el paisaje lunar del valle di Taquisara. Siguiendo la ribera del río Siccaderba alcanzamos Arzana y empezamos a divisar a lo lejos el panorama de la costa. Aún queda pasar por Lanusei y seguir descendiendo a través de Elini con su pequeña estación de piedra. Ya en la planicie vemos Tortoli, una de las principales ciudades de la ogliastrina.
El trenino Verde reduce marcha y deja de silbar en la estación de fin de línea de Arbatax, bonita localidad costera conocida por las Rocce Rosse, las rocas rojizas que emergen de las aguas azuladas del mar Tirreno.
Información del Trenino Verde
– Los billetes se pueden comprar online y de hecho es recomendable para asegurarnos disponibilidad.
– Los horarios de salida desde Mandas son dos: 8:40 y 15:30 y el trayecto dura unas cinco horas. Desde Arbatax salen a las 8:00 y a las 14:50
– Las paradas en cada estación son breves y apenas hay diez minutos de estacionamiento.
Video del Trenino Verde