Cerdeña es una isla muy pero que muy gastronómica. El destino de Italia es famoso por sus platos y recetas locales, además de por sus sabrosos productos típicos, empezando por lo a priori más simple, el pan.
Y es que el pan carasau es el más típico y tradicional de Cerdeña, convertido en un icono de la gastronomía, y un orgullo para los sardos.
¿Qué es el pan Carasau de Cerdeña?
En italiano se llama Pane carasau, que se podría traducir en sardo como «pan tostado», ya que al elaborarse se forma una costra. Si lo tenemos que definir en pocas palabras diríamos que es un pan fino, plano y crujiente.
Características – cómo es el pan carasau
Lo que define al pan carasau es esencialmente su forma, fina, pero también su textura, crujiente. Es habitual encontrarlo en forma ovalada o redonda, pero irregular, y con medidas que pueden llegar al medio metro de ancho. Se cocina con ingredientes muy básicos: harina de trigo durum, sal, levadura, y agua; puesto en una superficie plana o en horno de leña.
Es tan fino que también se le denomina partitura de música, y es que su sabor es tan delicioso que podemos sentir hasta las notas crujientes saliendo de nuestra boca al masticarlo y romperlo.
Historia y origen del pan carasau
El pan carasau podría parecer la versión más sencilla del mundo panadero, pero una vez que lo has probado te conviertes en fan de por vida.
Su origen hay que buscarlo en los panes que los pastores se llevaban al monte durante los extensos periodos de pastoreo y trashumancia en zonas como la Barbaglia. Al estar lejos de casa el pan se conservaba por mucho tiempo gracias a su delgadez. A diferencia de otros mendrugos y tipos de pan, el carasau no se petrificado, lo que permitía comerlo acompañado de otras viandas como quesos o mojado en vino, siendo un sustento nutritivo muy eficaz para los pastores.
Curiosamente, el pan carasau se ha encontrado en excavaciones arqueológicas de los nuraghes (construcciones tradicionales sardas de piedra), testimoniando que al menos ya era conocido hacia el primer milenio a.C.
El pane carasau puede durar hasta un año, si se mantiene seco, lo que es perfecto para consumirlo con calma, ya sea solo, con salsas o como compañía.
En el Museo del Pan Carasau en Orgosolo (provincia de Nuoro), en el corazón de Cerdeña, podremos conocer más sobre su historia, a través de un divertido recorrido.
Otro lugar especial para comprar el pan carasau es en Sunalle, donde encontramos el antiguo Obrador de Fonni, que lo elabora de forma artesana.
Elaboración del pan Carasau
Con la masa colocada en el horno a 500 o 540 °C, se espera a que se infle, luego se corta y separa en dos partes, para volverse a meter al horno y dejar que se tueste un poco, recibiendo ese color un poco más tostado (en sardo «carasadura»).
¿Cómo se come el pan carasau?
El pan carasau marida con cualquier producto, por ello muchos viajeros compran pan carasau para llevárselo a casa. En Cerdeña es habitual ponerlo en la mesa para comer con sus embutidos y quesos (por ejemplo el pecorino sardo), pero también es habitual acompañarlo comiendo pasta, ensaladas o platos del mar y carne.
¿Es saludable el pane carasau?
Basta un detalle para explicar si el pan carasau es saludable, y es que ¿sabías que Cerdeña tiene una de las tasas de longevidad más altas del mundo junto a Japón? En los pueblos del interior de la isla es normal pasar de los 90 años y una de las razones es su estilo de vida y una genética que viene reforzada por productos sanos como el pan carasau.
Taller de pan Carasau
¿Te gustaría conocer cómo se elabora el pan carasau? Puedes probar tus dotes panaderas en un taller de preparación:
