Cerdeña alberga una cultura equina autóctona milenaria, presente de forma constante en la historia y la cultura de la región desde la era nurágica.

Excursiones y rutas a caballo en Cerdeña
Hay excursiones a caballo en varios lugares de la isla de Cerdeña pero una ruta al alcance desde Cagliari es en Domus de Maria cerca de Chia, al este de la capital sarda. Pero por toda la isla encontrará empresas que ofrecen actividades.
Alojamientos con actividades a caballo
Uno de los lugares más destacados para disfrutar de actividades ecuestres en el Horse Country and Spa de Arborea. Además de alojamiento y centro de congresos, el resort ofrece la posibilidad de pasear a caballo en un paisaje maravilloso entre las pinedas y el mar.
Razas e historia del caballo sardo
La isla cuenta con una tradición equina centenaria, que alcanzó su máximo esplendor durante el periodo aragonés. El caballo ha sido, y sigue siendo, el fiel compañero del hombre: en el trabajo, en las tradiciones y en las fiestas; motivo de orgullo en el deporte y para los jinetes sardos.

El caballo ha tenido una gran importancia en Cerdeña. El término «caballo sardo» puede referirse a varias razas de caballos autóctonas o tradicionales de la isla, como el caballo de Giara y el caballo sarcidano.
El caballo de Giara es un pequeño caballo salvaje que habita en la meseta de Giara, mientras que el caballo sarcidano es una raza más antigua y robusta. Cerdeña también es conocida por la cría del angloárabe sardo, una raza desarrollada para los deportes ecuestres.
La singularidad de sus cuatro extraordinarios grupos étnicos y su increíble biodiversidad —el caballo de Giara, el caballo sardo, el burro sardo y el burro de Asinara— le confieren un extraordinario patrimonio de razas autóctonas.
La verdadera joya de la corona, sin embargo, es la raza angloárabe criada en la isla, capaz de competir no solo a nivel nacional sino también internacional, representando el 90% de la producción italiana.
El caballo Sarcidano es una de las razas más antiguas de Cerdeña y, tras su inscripción en el Registro de Etnicidades Locales, ha sido reconocido oficialmente como una de las razas autóctonas de la isla, aunque la ausencia de fósiles y los estudios están ligados a población fenicia.
La evolución del caballo sardo se originó con la expansión de los musulmanes, acentuada por el emperador Fernando II de Aragón, quien cruzó sementales árabes con andaluces a finales del siglo XV. Felipe II impulsó la cría al prohibir la emigración de caballos de la isla.
Pero fue durante el reinado de los Saboya cuando comenzó a surgir el actual Anglo-Árabe. Un factor clave en la mejora de la raza fue la creación, en 1874, del Depósito Real de Sementales de Cerdeña. Se trata de un caballo creado y perfeccionado por la caballería del ejército italiano, capaz de recorrer hasta 100 km al día, y por ello considerado «el arma de caballería del ejército».
La propiedad de estos caballos se divide actualmente entre particulares y entidades públicas. Un grupo fue donado al municipio de Laconi, que los utiliza para el pastoreo en el bosque de Funtana e’ Mela. Un segundo grupo, vendido por la familia Corongiu, pertenece actualmente a la familia Piseddu de Laconi, que los cría en la meseta de Sarcidano. Un tercer grupo se cría en el centro de cría «Foresta Burgos» del Instituto Sardo de Cría de Caballos.


