Carbonia

Carbonia es una ciudad muy peculiar que queda en el sur de la Cerdeña en la región de Sulcis, no nació como muchas ciudades en un pasado remoto, de hecho fue creada bajo el mando -y por decreto- de Mussolini, quien la inauguró el 18 diciembre del 1938.

Su nombre ya indica a que destino ha estado ligado. Durante la primera guerra mundial la demanda del conflicto bélico despertó el interés de los yacimientos de la zona, pero al finalizar la guerra la explotación disminuyó. La llegada del fascismo y la situación económica de Italia que, aislada buscó en la autarquía una independencia económica, relanzó las extracciones y eso provocó los fastos habituales del Duce que fundó una ciudad al más estilo fascista en torno a la Piazza Roma, reservando las villas lujosas para la élite, mientras que los obreros de la mina malvivían en la periferia.

De la visita turística por Carbonia podemos destacar el campanario de la iglesia, que es una réplica del de Aquilea, con 46 metros de altura. Y un paseo por la ciudad descubriendo las funcionalidades urbanísticas de un trazado urbano diseñado para que se tardase el menor tiempo posible en llegar a las minas.

Co-capital de la provincia homónima junto a la ciudad de Iglesias, Carbonia supone a una vuelta al pasado para los estudiosos de la arquitectura fascista que si bien en otras ciudades se va diluyendo y sustituyendo, en esta población aún permanece como un recuerdo de su nacimiento. La dimensión urbana de Carbonia sigue un patrón que mezcla el estrato social unido al urbanismo, unido al factor

En su momento álgido Carbonia supuso el mayor núcleo de suministro energético de Italia, al igual que fue la cuenca minera de Asturias y León en España. Aquí llegó un buen número de inmigrantes italianos y extranjeros, dando lugar al mayor éxodo de población hacia Cerdeña, que no estaba muy habituada a las «incursiones pacíficas» del exterior. De forma acelerada se construyeron viviendas para los obreros, siguiendo modelos de la industrialización inglesa del XIX, con colonias al más estilo inglés.

Museo del Carbon

El cierre de las minas en los años setenta conllevó un proceso de desertificación poblacional, donde las minas son un cementerio, una necrópolis que atestigua su esplendoroso pasado económico.

El museo del carbón es una visita necesaria para los amantes de la historia contemporánea de Cerdeña, incluso de Italia ya que la ciudad fue un «granero» energético de todo el país.

Además de las salas donde se explica la historia de la ciudad y el desarrollo paralelo que vivió al de las extracciones de carbón, incluye una visita a las galerías de Serbariu, donde aprenderemos en que condiciones trabajaban los mineros. Casco en cabeza descenderemos al primer nivel de la mina (existen 8 niveles), para ver las herramientas y los sistemas de extracción.

Otros museos son el el Museo Arqueológico «Villa Sulcis» y el Museo de Paleontología y Espeleología “E. A. Martel”.

Como llegar

Alcanzar a Carbonia es sencillo puesto que está a una hora en tren desde Cagliari. Desde la isla de Sant’Antioco apenas media hora.